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Impulso de ZODES facilitará cambios de uso de suelo a inversionistas inmobiliarios       

 

* En un polígono de 208 hectáreas de la delegación Tlalpan, se impulsará la Zona de Desarrollo Económico y Social (Zode) nombrada “Ciudad Salud”

 

*  En 12 años de existencia de la PAOT, irregularidades en los cambios de uso de suelo han sido una de las tres principales causa de denuncia

 

 

Por Antena Radio / Edición vespertina / Sección Medio Ambiente, ¿Qué puedo hacer yo?, Francisco Calderón Córdova / IMER Horizonte 107.9 FM y 1220 AM / Ciudad de México /  6 de enero de 2014.

 

 

Concluyó el año 2013 y –como sucede con cada cierre de un ciclo- es muy útil reflexionar sobre la manera en que se han venido sucediendo las cosas en distintos planos de nuestra vida cotidiana durante un período determinado de tiempo. Para ello, las herramientas estadísticas son elocuentes y ciertamente reveladoras. En lo que respecta al deterioro ambiental en la Ciudad de México y a la percepción que de éste tiene su población, resulta interesante analizar el registro de las alrededor de 3 mil 200 investigaciones que, durante el año 2013, realizó la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal (PAOT). Esto, en respuesta a las denuncias ciudadanas recibidas por esta autoridad ambiental por el probable incumplimiento a la normatividad vigente. 

Resulta que más de la tercera parte de las personas que exigieron el cumplimiento de la ley y su derecho a gozar de un medio ambiente adecuado para su bienestar, lo hicieron motivadas por los cambios al uso del suelo en la ciudad. Les siguieron en importancia quienes reclamaron molestias por la generación de ruido (18.5%); y, en tercer lugar, quienes denunciaron daños a las áreas verdes, tanto en espacios públicos como en predios privados (16%).      

 

 

Durante los ya 12 años de existencia de la PAOT, éstas han sido las tres principales causas de denuncia por parte de la ciudadanía. Pero temas como el maltrato y la crueldad en contra de los animales, han registrado también un notable incremento: de hasta un 75% en los dos últimos años. Es de llamar la atención que los cambios de uso de suelo en distintas zonas de la ciudad es el problema que, históricamente, la gente identifica –e identifica bien- como la principal causa del deterioro de su calidad de vida y del medio ambiente.

Constantemente, vemos que predios que estaban destinados a la vivienda unifamiliar se transforman en establecimientos comerciales o industriales, o en edificios de condominios que aumentan la densidad habitacional y detonan nuevos problemas en las calles y colonias en donde se ubican. Ejemplos de este tipo de transformaciones los hay muchos; en la década de los sesenta y, con mayor intensidad, en los setenta y ochenta, la colonia Polanco pasó de ser un barrio residencial de grandes casas unifamiliares a consolidarse como una zona de gran actividad comercial, de oficinas y servicios que colapsó los usos tradicionales del suelo.

Más recientemente, las colonias Hipódromo y la Condesa se han convertido en el centro de numerosos restaurantes, tiendas, antros, oficinas y todo tipo de establecimientos comerciales, que en pocos años han reportado significativos impactos –tanto positivos como negativos- para quienes ahí habitan. 

Y es que el Distrito Federal es una ciudad viva y, en gran medida, estas metamorfosis de la vida cotidiana y del paisaje urbano son naturales. Sin embargo, y tal como lo demuestra una considerable mayoría de las resoluciones de la PAOT, los cambios de uso de suelo en nuestra ciudad no se realizan siempre con apego a la ley; y, peor aún, la participación ciudadana prácticamente nunca es un elemento de peso en la toma de decisiones. 

Es preocupante ver que ahora, bajo la justificación de impulsar Zonas de Desarrollo Económico y Social (Zodes), el Gobierno del Distrito Federal facilitará a desarrolladores inmobiliarios e inversionistas llevar a cabo cambios de uso de suelo y de densidades en distintas delegaciones. Se ha anunciado ya que, en los meses por venir, esto sucederá en colonias como San Lorenzo Huipulco, Pueblo Quieto, Cantera Puente de Piedra, Belisario Domínguez, Comuneros de Santa Úrsula, Niño Jesús, entre otras ubicadas en un polígono de 208 hectáreas en la delegación Tlalpan, donde se impulsará la Zona de Desarrollo Económico y Social (Zode) nombrada “Ciudad Salud”.

Creo que es legítimo que el gobierno busque impulsar el desarrollo económico y social instrumentando modelos novedosos para reordenar los componentes de la ciudad; pero me parece anacrónico que –como es el caso- sólo se estén tomando en cuenta los criterios de unos cuantos “especialistas” en urbanismo, y no así los reclamos (por cierto consistentes y largamente demandados) de quienes han habitado y habitan en las distintas colonias de esta compleja y gran Ciudad de México.

 

 

 

Diversidad Ambiental ©, es una publicación virtual de Paco Calderón