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Plantaciones sustentables de árboles de navidad, negocio en expansión en México    

 

 

* Michoacán, Chihuahua, Coahuila, el Distrito Federal, Durango, Guanajuato, Estado de México y Veracruz, los principales productores

 

*  Terrenos agropecuarios que perdieron cobertura vegetal y capacidad para producir alimentos, son reaprovechados y restaurados

 

 

Por Antena Radio / Edición vespertina / Sección Medio Ambiente, ¿Qué puedo hacer yo?, Francisco Calderón Córdova / IMER Horizonte 107.9 FM y 1220 AM / Ciudad de México /  30 de diciembre de 2013.

 

 

 

Estamos a una semana de dar por concluida oficialmente la temporada navideña. Esto significa que, en aproximadamente un millón 800 mil hogares mexicanos, el árbol de Navidad se transformará en un residuo, es decir, en material que se destinará a la basura.  

Afortunadamente, y con la finalidad de continuar aprovechando la riqueza orgánica que aún contienen los árboles de Navidad una vez concluida su “vida útil”, en distintos lugares de la república –y,  propiamente, aquí en el Distrito Federal- autoridades y cadenas comerciales comenzarán a hacer acopio de los arbolitos desechados para transformarles en composta (material útil como abono para conservar y enriquecer el suelo de las áreas verdes.

 De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), la demanda de árboles de Navidad en el país –cercana a los dos millones de unidades- es cubierta en un 56 por ciento con pinos importados desde el extranjero (principalmente de los EE.UU. y del Canadá), y el 44 por ciento restante proviene de plantaciones forestales mexicanas.

 Durante los últimos once años, el Gobierno Federal ha canalizado apoyos a cerca de 600 empresas en el campo mexicano dedicadas a la producción de árboles de Navidad. Michoacán ha sido la entidad que más superficie ha asignado a esta actividad a nivel nacional, con alrededor de mil 190 hectáreas, lo que significa el diez por ciento del total de sembradíos nacionales. Le siguen en importancia los estados de Chihuahua, Coahuila, el Distrito Federal, Durango, Guanajuato, Estado de México y Veracruz.

El cultivo de árboles de Navidad es un proceso que puede llevar desde los cinco y hasta los diez años de crecimiento de los productos, y que requiere de cuidados continuos para dar forma cónica al árbol, mantenerle libre de plagas y, en general, garantizar su supervivencia. Sin embargo, una vez consolidada la plantación comercial, se transforma en un negocio muy rentable y con un segmento de consumidores garantizado y en constante crecimiento. La fácil colocación en el mercado de los árboles de Navidad ya ha propiciado, en muchos casos, la reactivación económica de las áreas rurales en las que se ubican estas empresas forestales.  

 

 

Desde el punto de vista ambiental, también son significativos los beneficios reportados. Terrenos agropecuarios que, por distintas razones, perdieron su cobertura vegetal y su capacidad para producir alimentos, son reaprovechados y literalmente restaurados. Al recuperar el uso forestal del suelo, se propicia también la recarga de los acuíferos en la zona, se crean importantes áreas de captura de carbono (un gas responsable del efecto invernadero) y, también, significa la existencia de hábitats para distintas especies silvestres. Pero, también, esta actividad desalienta la tala clandestina de árboles de poca talla de los bosques cercanos a las grandes ciudades. 

Así las cosas, sería una pena que este esfuerzo por integrar un tipo de empresa forestal próspera en el país, no pueda cerrar el círculo virtuoso de la sustentabilidad por la conducta irresponsable de los consumidores. Por ello, invito a nuestros radioescuchas a que no tiren a la basura o dejen abandonados en las calles de su colonia los árboles de Navidad que ya no utilizan más.  

Es una buena oportunidad para dar una lección de vida a los niños y, en una actividad familiar y con sentido de responsabilidad con nuestro medio ambiente, acudir a los centros de acopio donde los árboles desechados podrán continuar reproduciendo el ciclo de la vida (ahora como abono para la tierra).Yo invito a quienes nos escuchan a que pidan información en su delegación o municipio sobre estos centros de acopio, o que acudan a los almacenes comerciales que en próximos días estarán recibiendo los árboles de Navidad para reciclarles. Ésta, me parece, es la mejor manera de darle un sentido más positivo a las fiestas que la semana próxima concluirán.

 

 

Diversidad Ambiental ©, es una publicación virtual de Paco Calderón