Peregrinaciones
religiosas en todo el mundo generan afectaciones al medio
ambiente
* En México, 20 millones de peregrinos guadalupanos se
movilizan cada año; en la India, son cerca de 120 millones
anualmente
*
Autoridades del DF coordinarán operativo para
tomar la ruta de las peregrinaciones verdes y accesibles; se
esperan 10 millones de peregrinos el 11 y 12 de diciembre
Por Antena Radio /
Edición vespertina / Sección Medio Ambiente, ¿Qué puedo
hacer yo?, Francisco Calderón Córdova / IMER Horizonte
107.9 FM y 1220 AM / Ciudad de México /
25 de noviembre de 2013.
Comienza
el mes de diciembre y, con éste, en México inicia una serie
de peregrinaciones de connotación religiosa que se inscriben
entre las más importantes de todo el planeta. Y como sucede
con toda actividad humana, los impactos causados en el medio
ambiente por estas nutridas movilizaciones son de una
magnitud proporcional al tamaño del arraigo de ciertos
hábitos insustentables.
Desde el año 2009, la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) señalaron
a las distintas peregrinaciones religiosas que acontecen en
el planeta como una actividad humana que, en distintas
escalas y ámbitos geográficos, genera afectaciones
ambientales de consideración. Cada año, son más de 200
millones de personas las que participan en peregrinaciones
religiosas en todo el mundo.

Estas verdaderas oleadas de millones de personas, de
distintos credos y en distintas regiones del planeta, traen
consigo afectaciones ambientales que están llamando la
atención de los especialistas. Hablamos de la contaminación
del suelo, el agua y el aire por la generación excesiva de
residuos sólidos y su incorrecta disposición final; del
manejo inadecuado y el desperdicio del agua; del dispendio
en el uso de la energía; de la contaminación auditiva por el
uso de la pirotecnia; de contaminación del aire generada por
la obstrucción del tránsito de automotores; del manejo
inapropiado de algunas especies animales; del deterioro de
las áreas verdes urbanas; e incluso de los impactos por el
uso intensivo de la infraestructura turística.
Tres importantes religiones colocan a la república de la
India en el primer lugar en el número de peregrinos en todo
el mundo. Ahí, se estiman entre 90 y 120 millones de
personas movilizadas cada año (esto es, alrededor del 10 por
ciento de la población total de aquella nación). De acuerdo
con la ONU, en México solamente los devotos a la Virgen de
Guadalupe que participan en peregrinaciones durante el año,
son del orden de los 20 millones de personas (es decir, el
17 por ciento de la población total). A este registro –que,
de hecho, nos convierte en la segunda nación con más
peregrinos en todo el mundo- habría que sumar las
peregrinaciones realizadas para honrar a otras deidades que
han venido sumando fieles (como el caso de San Judas
Tadeo).
En el mes de abril del 2013, en la ciudad de Jerusalén, se
llevó a cabo el Primer Simposio Internacional sobre
Peregrinaciones Verdes, que reunió a una red de naciones
(entre las que se cuenta a México) que están buscando
alentar a los líderes religiosos, a funcionarios de
gobierno, promotores turísticos, peregrinos y a ciudadanos
en general, para que adopten prácticas sustentables durante
las peregrinaciones religiosas. En el simposio, México fue
representado por el Dr. José Bernal Stoopen, reconocido
científico y actualmente funcionario de la Secretaría del
Medio Ambiente de la Ciudad de México. Acudieron un total de
20 países y cerca de 700 líderes religiosos interesados en
el tema de las llamadas “peregrinaciones verdes y
accesibles”.

En el reporte del simposio –que amablemente me ha compartido
el doctor Bernal Stoopen-, se perfilan una serie de
recomendaciones que buscan reducir los impactos ambientales
de las peregrinaciones religiosas en todo el mundo.
Básicamente, se señala la necesaria coordinación entre
autoridades públicas y religiosas, prestadores de servicios
turísticos, transportistas y ciudadanía en general, a fin de
convertir a nuestras ciudades y rutas de peregrinación en
modelos verdes y sostenibles, desde luego, coherentes con
los principios de la fe de los participantes.
En este mes de diciembre, cuando se festeja a la Virgen de
Guadalupe, el Gobierno del Distrito Federal, la delegación
Gustavo A. Madero, el Sistema de Aguas de la Ciudad de
México y la misma Basílica de Guadalupe, implementarán
algunas medidas para reducir los impactos que,
inevitablemente, traerá a nuestra ciudad el peregrinar de
alrededor de 10 millones de personas durante los próximos
días 11 y 12 de diciembre. Hablamos de medidas para la
correcta separación y disposición de los residuos sólidos (a
través de 100 estaciones receptoras); de la colocación de
100 fuentes de hidratación y 700 baños ecológicos; así como
de una intensa campaña informativa para difundir entre los
peregrinos conductas amables con el entorno de nuestra
ciudad.
Yo felicito este esfuerzo de nuestras autoridades e invito a
quienes acudirán a este festejo religioso a pensar y a
actuar en beneficio de nuestra Tierra.
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Consulta el
Manual para los
lugares de peregrinación en el mundo católico