Festeja el Día Mundial del
Medio Ambiente
En diciembre de 1972, la Organización de la Naciones Unidas
(ONU) estableció el 5 de junio como el Día Mundial del Medio
Ambiente, buscando, con esta medida, provocar la reflexión
en todos nosotros respecto a la urgente necesidad de
proteger, cuidar y mejorar el entorno natural del planeta y
a sus cada vez más deteriorados recursos naturales
Por
Francisco Calderón
/ Revista 365 días
para vivir con salud
Ciudad de México
Jueves 6 Julio, 2006
Treinta y
cuatro años después de esta declaratoria, es muy probable
que te preguntes qué estamos haciendo en México para
conmemorar esa fecha y, sobre todo, para frenar la
irracional devastación y proteger la diversidad biológica
que existe en nuestro país (el 10% de todo el planeta). En
principio, los gobiernos no sólo hacen vistosas ceremonias o
pronuncian largos discursos para recordarnos el Día Mundial
del Medio Ambiente sino que, también, ejecutan programas y
acciones encaminadas a la protección ecológica del país; si
esto es o no suficiente, es ya tema de otra reflexión. Pero
nosotros, habitantes comunes de una ciudad cualquiera, ¿qué
podemos hacer desde nuestra casa para darle un sentido más
significativo al Día Mundial del Medio Ambiente?
Podemos
hacer mucho a favor del medio ambiente. Sabemos que, al
ahorrar energía eléctrica en el hogar, en la escuela o en la
oficina, automáticamente reducimos la cantidad de petróleo
que se quema para producirla y, en consecuencia, la
contaminación atmosférica es menor. Apaguemos luces cuando
no estemos en la habitación y utilicemos focos ahorradores.
Si no exageramos en la utilización del automóvil, caminamos
más, usamos la bicicleta o viajamos en el transporte público
y así, beneficiaremos enormemente a la calidad del aire de
nuestra ciudad y, desde luego, también nos ejercitaremos y
fortaleceremos nuestro corazón.
Algunos
consejos
No hay que omitir que debemos ser cuidadosos y conscientes
con el uso del agua –un recurso cada día más escaso-, esto
podemos lograrlo al usarla adecuadamente: revisar las
tuberías del baño o la cocina para reparar fugas, no
utilizar el escusado como bote de basura y cambiar el tanque
por uno de seis litros, reutilizar y reciclar el agua de la
lavadora o la regadera para otros fines y, en general,
habiendo conciencia de que traer el vital líquido hasta
nuestras casas será algo cada día más difícil, conflictivo y
costoso.
En cuanto
a la generación y manejo de la basura, ¡ojo!, no nos dejemos
llevar por la lamentación de que “la separo, ¡pero el camión
la revuelve de nuevo!”. Separar los residuos sólidos en
orgánicos e inorgánicos es un hábito que, sin duda,
beneficia a toda la comunidad, al medio ambiente y a la
salud (así se ha constatado ya en muchos países del mundo),
pues –tarde o temprano- todos, sin excepción, estaremos
obligados a hacer un manejo adecuado de nuestros desechos
para no seguir contaminando el agua, el aire o el suelo. Más
vale comenzar ya, ¿no crees?
Necesitamos sumar nuestras capacidades individuales y
colectivas para garantizar que la calidad de vida presente y
la de generaciones venideras sea la apropiada.
Conmemorar
el Día Mundial del Medio Ambiente es una invitación para
detenerse y bajarse por un momento del tren de la
cotidianeidad y así, contemplarnos con serenidad para
reflexionar sobre los graves daños que estamos causando a la
naturaleza y, consecuentemente, a nuestra salud, con
nuestros desordenados hábitos de consumo y muchas veces
innesarios apegos materiales. El 5 de junio, sin duda,
celebramos un llamado –cada día más urgente- a la actuación
efectiva de todos nosotros a favor del cuidado y la
preservación del entorno natural y sus recursos. Es la
invitación a sumar nuestras capacidades individuales y
colectivas para garantizar que la calidad de vida presente y
la de generaciones venideras sea la apropiada. Pregúntate si
haces uso adecuado del agua cuando aseas tu casa, lavas la
ropa, te bañas o riegas las plantas, si la energía eléctrica
que utilizas en el hogar o en la oficina es más de la
necesaria o no, si los alimentos y productos que compras son
apropiados en cantidad y calidad o sólo están afectando a tu
organismo y bolsillo. Créeme, algunas respuestas te harán
pensarlo dos veces y sin duda, la reflexión personal te
llevará, inevitablemente, a reconocer que, muchas de la
soluciones a los problemas ambientales se encuentran en la
conciencia y acción colectiva, en ese esfuerzo individual
sumado al del resto de los integrantes de la familia, de la
colonia, de la ciudad, del país y del planeta, lo que nos da
la capacidad de alcanzar grandes cambios.
Afortunadamente, existen muchas agrupaciones que hoy actúan
y canalizan trabajo y recursos a lo largo y ancho del país
en favor de la preservación y cuidado del medio ambiente,
así como instituciones privadas y públicas que operan para
garantizar el derecho (constitucional y humano) a gozar de
un medio ambiente adecuado para nuestra salud y desarrollo.
La información, servicios o productos que estas
organizaciones pueden brindarnos, seguramente podrán
orientarnos para conocer mejores hábitos de consumo, uso de
mejores tecnologías y medidas adecuadas para proteger y
preservar el medio ambiente, sus recursos naturales y la
vida.